
Para que nuestro organismo funcione correctamente, debemos estar hidratados. Aunque solemos prestar más atención a los alimentos, las bebidas que consumimos diariamente también juegan un papel clave en nuestra salud. Elegir las opciones adecuadas no solo nos ayuda a mantener el equilibrio de líquidos, sino que también puede aportar nutrientes importantes que favorecen nuestro bienestar.
1. Agua: la base de la hidratación
El agua es, sin duda, la bebida más importante para el organismo. Representa aproximadamente el 60% del peso corporal y participa en funciones esenciales como la regulación de la temperatura, el transporte de nutrientes y la eliminación de desechos.
Es recomendable consumir entre 6 y 8 vasos de agua al día, aunque esta cantidad puede variar según el nivel de actividad física, el clima y las necesidades individuales. Si le cuesta beber agua simple, puede añadir rodajas de limón, pepino o menta para darle un toque de sabor sin añadir calorías.
2. Té e infusiones
El té y las infusiones son excelentes opciones para hidratarse, especialmente cuando busca algo diferente al agua. El té verde, por ejemplo, es rico en antioxidantes que protegen las células del cuerpo, mientras que las infusiones de hierbas como manzanilla o menta pueden tener propiedades relajantes o digestivas.
Lo ideal es consumir estas bebidas sin azúcar para aprovechar al máximo sus beneficios.
3. Leche o alternativas vegetales
La leche contiene vitamina D, proteínas y calcio. Para quienes prefieren evitar los lácteos, las alternativas vegetales como la leche de almendra, coco, avena o soya son excelentes opciones, siempre que estén fortificadas con nutrientes esenciales.
Estas bebidas son ideales para complementar el desayuno o una merienda nutritiva.
4. Jugos naturales
Los jugos naturales, elaborados con frutas frescas, pueden ser una buena fuente de vitaminas y minerales. Sin embargo, es importante moderar su consumo debido a su contenido de azúcar natural. Para maximizar los beneficios, opte por jugos bajos en azúcar o mezcle las frutas con verduras como espinacas, zanahorias o apio para equilibrar los nutrientes.
5. Café: en su justa medida
El café es una bebida muy popular que, consumida con moderación, puede tener beneficios como aumentar la concentración y aportar antioxidantes. Lo ideal es limitarlo a una o dos tazas al día y evitar añadir grandes cantidades de azúcar o crema.
